¡Madre!
Advertí cien mundos
diferentes
bailando al compás de
sus guitarras.Están allí, precipitados y precipitándose
donde acaban mis sueños de mañana.
Siento alejarse la
realidad
indiferente y dolorida, en un pasar de días que se alargan,
meandros anchurosos sin mar de cercanía.
Siento, madre, el sabor
a sal impregnando las jarcias ( que me
llevan),
la espuma de la estela
como guía,mi equipaje ligero sin viandas,
y anchuroso mar inalcanzable'
Y yo aquí, madre,
mojándome los pies en
charcos de pasado, muerte del ayer y el hoy sin perspectiva,
desechando ilusiones deshechas por sabidas.
¿Qué hacer ?, Madre ; ya
ha caído la tarde
y siguen allí con sus
guitarras.Dicen que son caminos de ventura,
sueño que son senderos de esperanza...
Y tú, como yo. mientras
tanto ¡ muerta!
ahogando en la tierra mi
llamada, acurrucando ensueños que eran míos, donde tú eres real y yo el fantasma.
Si el silencio es el mar
y tú el camino,
si tengo que viajar
ligándome al olvido, buscando la Polar en rastrojales,
bajando la mirada, cerrando los oídos...
si el mañana es ayer y mi
yo ya no es mío
¡Madre ¡...dame tu mano muerta, y llévame contigo.
impresionante
ResponderEliminarGracias.
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